Una mujer en prisión anhela galletas y realiza actos sexuales con un guardia, incluyendo sexo oral y a cambio de galletas. El encuentro termina con una satisfactoria corrida facial.
Una reclusa sensual, con ansias de galletas, llega a un trato con el guardia.A cambio de la dulce satisfacción de su golosa, está dispuesta a someterse a sus deseos carnales.El guardia, ansioso por aprovechar esta oportunidad, la lleva a una zona apartada dentro de la prisión.Allí, le ordena que asuma la posición de atrás, dispuesta a satisfacer su lujuria.Al bajarle la cremallera a sus pantalones, ella con ansia lo toma en su boca, realizando habilidosamente placer oral.Una vez satisfecho con sus habilidades orales, se retira de la mamada y la sigue ravisando por detrás.Su acoplamiento primario es intenso, sus gemidos resonando por los pasillos vacíos de la prisión".El guardia, incapaz de contenerse más, llega al clímax, liberando su carga caliente sobre su espalda.Satisfecha, se retira, dejándola con ganas de más.Pero su transacción fue para galletas no por sexo, y el guardia no tiene intención de darle lo que realmente anhela.Dejándola allí, regresa a su puesto, dejando al recluso solo, sus necesidades insatisfechas.
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